Un amigo subió el comentario siguiente a su página de Face Book
“El autentico objetivo de la vida es ser feliz. Llegar a un lugar en
el que no estés siempre intentando ir a otro sitio. La mayoría de la gente se pasa la vida
buscando un lugar al que nunca llega”. Wayne Dyer.
Pues, no estoy de acuerdo. En mi opinión es una aberración accidentalmente perpetuada por la Constitución de los USA que reza:
"We hold these truths to be self-evident, that all men are
created equal, that they are endowed by their creator with certain unalienable
Rights, that among these are Life, Liberty, and the pursuit of Happiness".
Hay que parar por un momento y pensar si por accidente -aunque con las
mejores de buenas intenciones- los padres fundadores de las USA soltaron la
plaga de hedonismo tan endémico, ubicuo y profundamente dañino que ha carcomida
la cultura de su país, por el error de haber usado la palabra “Happiness”,
cuando debían haber usado la palabra "contentedness" (contentura).
Como botón de muestra, leemos el himno de Laudes:
Señor, cuando florece un nuevo día
en el jardín del tiempo,
vierta en él su veneno.
El trabajo del hombre rompe el surco
en el campo moreno;
convierte sus deseos.
Alivia sus dolores con la hartura
de tu propio alimento;
y que vuelvan al fuego de tu
casa
cansados y contentos.
No hay una sensación más completa y satisfactoria que la de sentirte
realizado. De sentir que estás haciendo
lo que fuiste hecho para hacer, y de hacerlo muy bien. De volver a casa por la noche cansado y
contento, para dormir una noche completa con la conciencia tranquila: The
pursuit of contentedness.
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