jueves, 2 de enero de 1992

Contemplación

 Las gracias no son nada

en comparación con el amor

 

Aceptemos que cada día 
hay que nacer de nuevo, 
que cada día hay que arriesgarnos, 
poniendo nuestra confianza 
en lo que no podemos 
ni oír ni tocar.

La contemplación -la unión con Dios-, tiene poco que ver con las gracias recibidas al inicio de la vida de meditación.

La meditación es la puerta hacia la contemplación. Nada más.

No perdamos demasiado tiempo admirando los detalles del marco de la puerta .

Mejor es lanzarnos adentro. Hay todo un continente de oración esperando ser explorado, allá, mucho más allá de la meditación.

Dejemos atrás las cosas sensibles: las visiones, los mensajes, los descansos en el Espíritu, las sensaciones de calor, de paz, de ser envuelto en amor. Dios no es un dispensador de recuerdos gratos.

Estas gracias son como el helado que se regala al niño que acaba de montar bicicleta por primera vez. Pero aprendamos a montar bicicleta para viajar no para ganar helados.

Estas gracias son como el verano de nunca acabar de la luna de miel. Pero nos casamos para formar un hogar no para disfrutar de una luna de miel

Dejemos atrás las gracias. Son importantes, sí pero no tanto que haya que quedarse en ellas. Dejemos de buscar explicaciones y contestaciones.

Aceptemos que cada día hay que nacer de nuevo, que cada día hay que arriesgarnos, poniendo nuestra confianza en lo que no podemos ni oír ni tocar

Renunciemos a todo para descansar en los brazos de Dios, para unirnos a Él, para ser absorbidos por El, que nos ama.

Esta es la "perla de gran valor": el privilegio de revestirnos con la presencia de Jesús, y así ser participantes activos en aquella estabilidad dinámica que es la Santísima Trinidad envueltos en amor y paz, para siempre jamás.


Alabanza No. 99.  Ago ⁄ Sep ⁄ Oct  1991

 

miércoles, 1 de enero de 1992

Seminario Caminos

 Seminario Caminos

Otro lobo vestido de cordero

Por: John Fleury

Alabanza, Número 100, Nov -Dic 91 – Ene 92

 


Este seminario parece tan inocuo como un cordero, 

y es tan perverso como cualquier lobo.


Desde hace tiempo se escucha acerca de un nuevo curso con el nombre "Seminario Caminos" que están impartiendo tanto en la capital, como en Santiago, La Vega, y San Francisco de Macorís. El nombre nos recuerda a la Iglesia, sin embargo no tiene nada que ver ni con el periódico católico "El Camino", ni con el programa de televisión católico "...en el camino...". Tampoco con la Iglesia Católica, ni con ninguna otra denominación cristiana en absoluto, se llame este "evangélica" o "pentecostal". Por el contrario, es activamente anti-cristiano, como vamos a demostrar:

A primera vista 'Seminario Caminos" parece ser uno de los tantos cursos que se han importado de los Estados Unidos. Muchas personas se han beneficiado de los cursos del tipo "Dale Carnegie" y es fácil pensar que uno más no puede ser dañino.

El seminario ofrece "Excelencia personal y profesional". Su publicidad nos invita: "Descubre lo que realmente es... Triunfar grandemente en la vida." Su literatura explica que un tal "Choy Wong" creó el Seminario Caminos (Happiness now Inc.) como fruto de más de 20 años de estudios de la psicología humana, el pensamiento positivo y las técnicas del crecimiento personal.

Hasta aquí - no parece nada fuera de lo normal, (excepto el precio, que a RD$900 por persona, es un poco alto), sin embargo...

Al profundizar

Al profundizar en los detalles del curso, hay algunas cosas insólitas que llaman poderosamente la atención, más que nada por estar fuera de lugar en un curso que ofrece "Excelencia personal y profesional".

Ondas del cerebro — La campana de alarma empieza a sonar con una enseñanza sobre las "ondas del cerebro", donde se explica, con riqueza de detalles, los pormenores de las ondas alfa, beta, zeta, delta etc. (En los archivos de la memoria se remueve el recuerdo de algo parecido a ese curso notorio que estuvo de moda hace algunos años, llamado "control mental").

El Ser Superior — Entonces viene una explicación de “las tres partes de su ser": el ser "instintivo" (es decir, el "niño" en cada uno de nosotros); el ser "consciente" (el "adulto" en nosotros); y finalmente, el ser "superior" (es decir, "la parte más espiritual, noble y elevada"). Ya las campanas están sonando fuertemente. (Otra vez, los archivos de la memoria se despiertan, y recuerdan haber leído de algo parecido en una religión de oriente).

El P.C.I. — Y ahora el plato fuerte: se presenta el P.C. I., es decir "Proyección Creativa Interior" que es supuestamente ¡una técnica de meditación!

(Los que tienen una vida de oración saben que la meditación es la puerta a la contemplación: la unión con Dios. Por eso, no se puede olvidar la frase redonda de Sta. Teresa de Jesús: "Dejar de lado el misterio de Cristo en la meditación es siempre una especie de traición"; o más tajante todavía, la advertencia del Cardenal Ratzinger "El amor de Dios es el único objeto de la contemplación cristiana").

Sin embargo, en plan de "meditación", el Seminario Caminos enseña al participante a imaginar su propio "santuario" mental, y a invitar a entrar las personas que desee sanar "con su luz de sanación". En la literatura escrita advierte: "no invitar a personas que ya han fallecido" a entrar en el referido santuario imaginario. Pero verbalmente añaden: "si uno de nosotros no está para ayudarle"

Ahora las campanas están volando, tocando a rebato. Sin más abrimos la Biblia para encontrar: "Todo hombre o mujer que evoque a los muertos y se dé a la adivinación, será muerto, lapidado; caiga sobre ellos su sangre” (Levítico 20, 27).

Los Cristales — Finalmente, en el acto de clausura, el Seminario Caminos se revela: a los participantes se les pide cerrar los ojos y abrir sus manos para recibir un “regalo”… ¡un Cristal!

Al final se descubre la verdad: el Seminario Caminos está promocionando, en forma encubierta, el movimiento Nueva Era.  (Ver en nuestro número anterior un artículo sobre el movimiento Nueva Era, “Un lobo vestido de Cordero”.


"No es el que me dice: “¡Señor! ¡Señor!”, 

el que entrará en el Reino de los Cielos, 

sino el que hace la voluntad 

de mi Padre del Cielo."

(Mateo 8, 21)


Conclusión

El Seminario Caminos pretende ser “Un fin de semana poderoso para crear nuevas aperturas a una vida más próspera, felíz y satisfactoria… “ Pero no hay mención ni explicita ni implícita de la dimensión “religiosa” en ninguna parte de su literatura.  Este seminario parece tan inocuo como un cordero, y es tan perverso como cualquier lobo.

Que los cristianos de todas las iglesias – sean católicos, evangélicos o pentecostales – tomen nota: el Seminario Caminos activa y disimuladamente pretende minar las bases de nuestra fe,

El que tenga oídos, que oiga.